BENEFICIOS DE LA EDUCACIÓN SEXUAL A TEMPRANA EDAD
La sexualidad es una dimensión central del ser humano que está presente en todas las etapas de nuestras vidas incluyendo la primera infancia y la niñez; sin embargo, es durante la adolescencia y la juventud en la que tomamos decisiones importantes al respecto, por lo que la educación integral en sexualidad desempeña un papel muy importante y más si hablamos dentro del ámbito de la salud y el bienestar enfocado en los niños y jóvenes.
Es por esto que debemos darle importancia a tratar temas sobre la sexualidad dentro de las escuelas primarias, obviamente considerando ciertos aspectos en función de su edad, buscando dar una educación basada en los derechos humanos, en la igualdad de género, las relaciones, la reproducción, el comportamiento sexual de riesgo y la prevención de enfermedades desde una perspectiva positiva, tomando en cuenta algunos valores tales como el respeto, la inclusión, la no discriminación, la igualdad, la empatía, la responsabilidad y la reciprocidad.
En base al análisis de información investigada se logró encontrar que existen diferentes pruebas significativas que tratan acerca del impacto de la educación en sexualidad sobre el comportamiento sexual y la salud. Uno de ellos demuestra que la educación en sexualidad tiene efectos positivos, entre ellos un aumento del conocimiento de los jóvenes y a su vez una mejora de su actitud en lo que respecta a la salud y los comportamientos sexuales y reproductivos.
La educación en sexualidad, tanto en la escuela como fuera de ella, no cambia tus preferencias sexuales, ni tu identidad de género, ni si quiera aumenta la actividad sexual o el comportamiento sexual de riesgo o los índices de enfermedades de transmisión sexual , además, al menos en México no es nada nuevo saber que promover únicamente la abstinencia no tienen ningún efecto en el retraso de la iniciación sexual ni en la reducción de la frecuencia de las relaciones sexuales o el número de parejas sexuales, ni si quiera cambia su orientación sexual ni gustos, el decir frases como "Debes ser virgen hasta el matrimonio" o pensamientos muy religiosos y cerrados en cuanto a la identidad de género y limitar a los niños en sus pensamientos y sentimientos y hacerles creer que eso que sienten o el como se identifican, está mal, únicamente traen muchos problemas sociales y emocionales.
Los programas “centrados en el género” tienen una eficacia considerablemente superior a la de los programas que no integran consideraciones de género a la hora de alcanzar resultados en materia de salud como la reducción de los índices de embarazo no deseados o de ETS. La educación en sexualidad logra mejores resultados cuando los programas escolares se complementan con la participación de padres y docentes, de los institutos pedagógicos y los servicios de salud pensados para los jóvenes.
Como conclusión se puede decir que la educación sexual tiene un impacto positivo en la salud y el bienestar de niños. Por esto, es necesario abordar la educación sexual dentro de las escuelas, sin dejar de lado la responsabilidad que tienen de igual manera los padres de familia a adentrar a los niños y/o jovenes a conocer sobre su sexualidad, ya que todo esto ayuda a su formación, promueve la democracia, equidad y respeto a la diversidad. Asimismo, contribuye al desarrollo integral y armónico; favoreciendo la construcción de género en base a los valores que promuevan la equidad y la reflexión sobre los estereotipos establecidos por la sociedad acerca de lo que está bien o mal.
Comentarios
Publicar un comentario